Esta semana he echado mucho de menos a mi alumnado a la hora de elegir un cuento. Ellas y ellos son mi fuente de inspiración constante para encontrar ese cuento idóneo que contar al final de una jornada en el aula o aquella historia que compartir en la biblioteca de la escuela y en torno a la cual surgen multitud de actividades en los días venideros. Las criaturas expresan sus gustos, sus preferencias, proponen actividades en el marco del proyecto, que dan pie a que surja un álbum ilustrado o un cuento. Otras veces, en la semana tiene lugar un suceso, una noticia, una fecha conmemorativa o un momento importante que también nos conduce directamente a esa historia que todos estábamos esperando.
Pero esta semana, con la escuela vacía y con catorce días que nos separan ya, el cuento que os propongo es una elección muy personal. Espero que os guste...